Nuestras trompas nos diferencian de los demás animales. Los orificios nasales están situados al final de las mismas, y las usamos para llevar la comida y el agua a la boca, para coger cosas y para oler; podemos absorber hasta cuatro litros de agua. Y, ¿sabías que incluso podemos coger un guisante con ellas? No tenemos las trompas por casualidad.
La trompa del elefante es muy sensible. Contiene casi 40.000 fibras musculares y lo utilizamos para respirar, como un órgano sensible al tacto y olfato, para coger cosas y como una eficaz arma de defensa. Cuando nadamos, ya que los elefantes somos grandes nadadores, utilizamos la trompa como tubo para respirar.